Como bien sabemos, actualmente existe una nueva "epidemia", la enfermedad conocida como Diabetes Mellitus, éste padecimiento se ha convertido tan sólo en México la primera causa de muerte, además de ser la causa de mayor gasto de servicios médicos en los últimos años debido a toda la serie de problemas que con lleva.

Para poder comprender mejor éste problema, debemos empezar con lo más básico, cual es el problema, la disfunción se localiza en un órgano llamado páncreas, éste es el encargado de producir unas sustancias conocidas como enzimas y hormonas, las cuales por un lado nos permiten asimilar las grasas y por otro lado la glucosa o azúcar ingerida a través de la hormona conocida como insulina. En el paciente diabético se presentan varios problemas desde una producción inadecuada de la insulina, hasta una producción defectuosa de la misma, o la poca captación de ésta; Independientemente del problema específico , se traduce a presentar niveles altos de glucosa o azúcar en la sangre, ya que ésta no puede ser asimilada adecuadamente por nuestro organismo.

Estos niveles altos de azúcar aumentan la viscosidad de la sangre, produciendo daño en los vasos sanguíneos más pequeños los capilares, que es precisamente donde se nutren los órganos de nuestro cuerpo, con el tiempo se van dañando vasos sanguíneos más grandes.

Debido a que es una enfermedad crónico degenerativa (que va avanzando con el tiempo y en extensión del daño), y que la sintomatología es vaga en el mejor de los casos, ya que para la mayoría de las personas pasa desapercibida, hasta que se presentan cualquiera de sus complicaciones

El tratamiento debe estar enfocado primeramente en el problema principal:

MANTENER EN RANGOS NORMALES LOS NIVELES DE GLUCOSA O AZÚCAR EN SANGRE <126 mg/dl.

Cómo poder lograr ésto:

-Medicamentos orales

-Dieta

-Ejercicio aeróbico

-Insulina

Pero a pesar de ésto se presenta un desgaste físico al nivel más pequeño, a nivel celular y el tratamiento convencional no lo suele tener contemplado, aquí es donde el tratamiento con terapia celular puede ser de gran utilidad ya que podemos abordar todo el daño, y si se puede controlar los niveles de glucosa en sangre, podemos prácticamente decir que se revierte el daño casi en su totalidad.

Podemos ayudar a que el paciente recupere energía física, mental y sexual, ésto se puede lograr administrando el paquete de células adecuadas y los factores de crecimiento específicos, esto produce una mejoría del funcionamiento bioquímico del organismo y regenera los órganos desgastados, para tener un efecto benéfico a todos los niveles.

Además de regenerar el endotelio vascular, que es la capa interna de los vasos sanguíneos, mejorando la oxigenación y nutrición celular, además de regular las defensas del organismo para reducir riesgo de infecciones, se mejora la calidad de la piel reduciendo la mala hidratación, se regula la función hepática produciendo una cicatrización adecuada, podemos mejorar todo el sistema circulatorio reduciendo riesgo cardiovascular (en algunos casos es importante tener terapia de quelación como apoyo), podemos regular la función hormonal del cuerpo desde la glándula hipófisis que manda su señal hasta el páncreas, podemos ayudar a la regeneración pancréatica, a mejorar sustancialmente la función renal, y regeneración nerviosa, entre muchas otras funciones  moleculares, bioquímicas y orgánicas.

Todo ésto dependiendo de la extensión del daño, ya que para poder tener un estímulo regenerativo adecuado se requiere de cierta funcionalidad del órgano a tratar.

Con ésto podemos decir que si bien la terapia celular no es la panacea, puede ser un gran sustento para complementar el tratamiento de la diabetes, dando como resultado una mayor calidad de vida a todos sus niveles.